" Puesta en escena" dijo:


Publicado el 13 de abril a las 17:23 hs.

Des-Encuentro

Cuando el inconsciente manda y lo consciente contradice una obra de teatro puede armar el rompecabezas o desorientarte definitivamente, como la vida.
Por Marcos Hernández
Con un texto interesante en torno al psicoanálisis y sus analizantes, Des-Encuentro plantea justamente el des-arme o armado de las relaciones con el prójimo.
Planteado desde el absurdo, el espectáculo propone un sinfín de situaciones que nos dejan por momentos sumidos en la intriga porque justamente en el absurdo es donde los sinsentidos asumen un significado cuando se redondea la historia.
Ella no quiere o no puede, él quiere y se inventa a sí mismo una y otra vez pero la salida está cerrada, nadie podrá salir de la habitación hasta que no ocurra “eso” que debe ocurrir y que se niega de modo permanente.
Lo logrado aquí es la indiferenciación hasta el final de lo que es real en términos de lo consiente de los personajes y de lo que es onírico o inventado por el inconsciente. Ambos actores, Marisa Pájaro, ella y  Daniel Ibarra, él, juegan muy bien el juego del encuentro /des-encuentro que da pié a todo lo demás.
La escenografía es altamente significante y los objetos cumplen su rol sin llegar al exceso. Del mismo modo el diseño de iluminación ayuda a hacer lucir un trabajo donde el protagonismo lo tiene el texto y aquello que hacen sus personajes para entregarlo con humor y tragicidad.
La obra escrita y dirigida por Mariana Hansen logra que todos aquellos que pasamos por un diván nos preguntemos cuántas veces “eso” que no pudimos decir nos jugó la mala pasada de dejarnos solos, porque como bien dice Serrat: nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Para disfrutar y reirse de uno mismo y redescubrir cómo la mente juega con nosotros.

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